La gastronomía italiana es ampliamente conocida, todos conocemos la pasta, pizzas, “gelatti”, focaccias, tiramisú y pana cotta. Pero la cocina italiana está llena de joyas que pasan desapercibidas entre los “greatest hits”.
Una de esas joyas es la schiaccita, que significa “aplastada”. Es una especie de pan plano típico de la Toscana, primo-hermano de la pizza y la focaccia. Como sus familiares, se puede poner encima una gran variedad de ingredientes, tanto salados como dulces. Es muy conocida, por ejemplo, la schacciata de uvas.
Hay versiones que se parecen más a la pizza y a la focaccia que también llevan levadura y tienen que fermentar. Pero también he visto versiones sin levadura, mucho más fáciles y rápidas de preparar. Y de estas últimas es, precisamente, la versión que os traigo hoy.
Yo la he hecho con calabacín, que es perfecta para llevarse de picnic, ahora que viene el buen tiempo y podemos ya movernos un poquito más. Además permite un montón de variaciones, para que vayáis probando con diferente ingredientes y combinaciones.
SCHIACCIATA DI ZUCCHINE
Ingredientes
- 1 calabacín
- 420 ml de agua
- 30 ml de aceite de oliva
- 200 g de harina
- sal
- 30 g de queso vegano rallado
Preparación
Consejos:
- podéis sustituir el calabacín por lo que queráis: pimientos, berenjena, cebolla… También podéis hacer combinaciones usando la masa base.
- antes de meterla en el horno podéis ponerle un poco de romero por encima.
- el queso vegano rallado es opcional, pero le da un sabor muy rico.
- no es una focaccia así que tiene que quedar una capa finita de masa (como veis en las fotos).