Aunque este verano está siendo de lo más raro en cuanto al tiempo, de vez en cuando tenemos días en los que apetece comer helado. Bueno, más que días, mañanas, porque aquí hace sol por la mañana y luego por la tarde caen unas tormentas de miedo. Pero esto es el norte y es lo que hay…
El caso es que apetece comer helado y siempre es más recomendable que sea casero. Así sabemos lo que comemos y la cantidad de azúcar y grasa que lleva.
Hace no mucho os enseñé a preparar azúcar invertido y os conté para qué se usa. Uno de los usos es, además de para endulzar, para ayudar a que los helados cristalicen menos y queden más cremosos. Así que en este helado lo vamos a usar para que nos quede más rico.
La leche de coco es de por sí bastante grasa, lo cual es bueno para que los helados queden cremosos y se formen menos cristales de hielo. Pero tiene que ser leche de coco de la de lata, no de las que vienen en brick. Las de brick son más bien agua de coco, con muy poco proporción de coco y mucha de agua. Además son más insípidas.
Para preparar este helado no es necesario tener una heladera, aunque si la tenéis os va a quedar más cremoso. Sin usar heladera y si queréis que quede muy cremoso, tendréis que remover la mezcla cada media hora durante las dos primeras horas de congelado. Si no lo hacéis quedará bien también, pero menos cremoso.
¡¡Vamos a ello!!
HELADO DE COCO
Ingredientes
- 1 lata de leche de coco (200 ml.)
- 3 cucharadas de azúcar invertido (receta aquí)
Preparación
Consejos:
- podéis sustituir el azúcar invertido por miel. En ese caso tenéis que tener en cuenta que ya no sería un helado vegano.
- si tenéis heladera, mezcláis la leche de coco y el azúcar invertido, metéis la mezcla en la máquina y luego seguís las instrucciones.
- otra opción es verter la mezcla en moldes para polos y dejar que se congele.
- podéis añadirle trocitos de chocolate, frutos rojos, virutas de coco,…
Tan fácil y tan rico y sano.
Bss
La verdad es que esas son las recetas que molan!! 🙂
Muás