Chips de remolacha ligeros. Receta en microondas

chips de remolacha ligeros
Un aperitivo saludable, original y colorido. Ideal para picar sin sentir remordimientos o para sorprender a nuestros invitados. Además se preparan en un abrir y cerrar de ojos!
chips de remolacha ligeros
Los chips de vegetales son una opción buenísima para quitarnos ese antojo de media tarde o para acompañar otros platos. Igual que las patatas fritas. Lo que pasa es que normalmente este tipo de chips suelen ser fritos, con lo que resultan muy calóricos y llevan mucho aceite. Aunque siempre será mejor freírlo en casa y no comprar las versiones comerciales, sobre todo en el caso de las patatas fritas, que es lo que más se ve.

Pero hay una manera de preparar unos chips vegetales crujientes sin necesidad de freír, haciéndolos más sanos y ligeros. Tampoco es necesario el horno (aunque se podría hacer). Como os he adelantado en el título, nos vamos a valer del microondas.

chips de remolacha ligeros

Podemos usar distintos tipos de vegetales, aunque en función de la cantidad de agua que tengan nos costará más tiempo hacerlos. Al fin y al cabo, de lo que se trata es de deshidratarlos para que queden crujientes. Los mejores resultados se obtienen con vegetales de textura similar a la patata: remolacha, zanahoria… Hace un tiempo os enseñé también una versión de calabacín y berenjena con curry.

Podéis usar las verduras que más os gusten y además combinarlas para crear un aperitivo de lo más colorido. Queda muy bonito mezclar por ejemplo patata, remolacha y zanahoria. Simplemente tenéis que seguir las indicaciones que os voy a dar para que os queden crujientes y se conserven bien.

chips de remolacha ligeros

CHIPS DE REMOLACHA

 

Dificultad: si no tenéis mandolina, hacer rodajas os va a llevar un rato…
Tiempo de preparación: 5 minutos.
Cocción: unos 4 minutos por tanda.
Alérgenos: ——

 

Ingredientes

  • 1 remolacha
  • sal

Preparación

1.- Lavamos y pelamos la remolacha.
2.- La cortamos en rodajas finas, a ser posible todas del mismo grosor. Con una mandolina esto es coser y cantar; sin ella, como fue mi caso, os costará un buen rato y es difícil atinar con el grosor.
3.- Colocamos las rodajas en un plato o fuente apta para microondas o directamente sobre un trozo de papel de horno. Las lonchas no tienen que tocarse entre ellas, así que tendremos que hacer varias tandas.
4.- Echamos un poquito de sal sobre las rodajas y las metemos al microondas. Calentamos a máxima potencia durante 2 minutos. Sacamos, les damos la vuelta, otro poco de sal y al microondas 1 minutos.
5.- A partir de aquí, les vamos dando golpes de 30 segundos, girándolas de vez en cuando, hasta que se deshidraten por completo. Tienen que quedar crujientes, pero sin quemarse.
6.- Las pasamos a una rejilla para que se enfríen bien, dándoles aire por todas partes para que se mantengan crujientes. Si las dejáis en el plato se ablandarán a causa del calor.

 

Consejos:

  • este mismo método lo podéis aplicar también con frutas. Por ejemplo con manzana y plátano es con lo que mejor queda.
  • los chips también se pueden hacer al horno. En ese caso, colocáis las rodajas de verdura en la bandeja del horno y tenéis que echar un chorrito de aceite, tanto por debajo para que no se peguen, como por encima. Calentaremos el horno a 140ºC y necesitaremos unos 40-50 minutos. El tiempo que necesiten dependerá de la cantidad de agua que tenga la verdura o fruta utilizada. Podéis dar la vuelta a los chips a media cocción para que se hagan mejor.
  • siempre podéis recurrir a la forma tradicional y freírlos en una sartén con abundante aceite, como si fueran patatas fritas. En este caso, habrá que ponerlos luego sobre papel de cocina para que expulsen el exceso de aceite y grasa.
  • si tenéis una mandolina, os facilitará y acelerará mucho el proceso de cortar las rodajas. Lo bueno es que, además de hacerlo más rápido, os aseguraréis de que todas las rodajas tienen el mismo grosor y eso es muy importante durante la cocción, para que se hagan todas por igual.
  • una vez hechas, si las dejáis secar sobre una rejilla quedarán más crujientes. Luego las podéis guardar en un recipiente hermético y se conservan durante varios días. ¡¡Pero tienen que estar bien secas!! Si no se han deshidratado del todo o han quedado un poco blandas, al guardarlas se irán reblandeciendo por culpa de la humedad.
Ya veis qué manera tan fácil de comer verdura, sobre todo ideal para “engañar” a los más pequeños de la casa o para picar sin remordimientos. También sirven para “dipear” con salsas. ¡Animaos a probar!
Muás
Iratxe

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