Sí, sí, habéis leído bien, este
bizcocho tan
verde y esponjoso tiene un
ingrediente sorprendente que le aporta ese color tan verde: las
espinacas. Pero no salgáis corriendo y esperad a ver el resultado!
Retomo la actividad del blog junto con la vuelta al cole (aunque yo sigo pingoneando un par de semanas más…) y no se me ocurría mejor manera que con un bizcocho especial y diferente. No sólo sorprende ese color verde Hulk que tiene, sino su ingrediente principal. Pero lo de las espinacas es algo que hay que decirlo después de que lo hayan probado. Por si acaso 😉
Este bizcocho haría las delicias del mismísimo Popeye, estoy segura de que se comería un par de ellos para desayunar y con eso ya energía a tope para todo el día. Pero en cuanto lo probéis os va a encantar a vosotros también.
Por extraño que parezca, este es uno de los bizcochos más esponjosos y jugosos que he comido nunca. Me sorprendió muchísimo la textura y la verdad es que me encantó. Pero al mismo tiempo es consistente. Os puedo asegurar que no se nota para nada el sabor de las espinacas y que es imposible adivinar que las lleva si no te lo chivan. Y os lo digo yo, que no me han gustado las espinacas nunca jamás.
También es perfecto para el autoengaño, ya que nos creemos que estamos comiendo algo súper sano porque lleva verdura, ¿no? Y oye, es una manera como otra cualquiera de introducir más verdura en nuestra dieta. Supongo que contará como una ración de las 5 al día…
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Pero mirad qué maravilla de miga!!!! |
Había visto alguna vez lo del bizcocho de espinacas, pero no fue hasta que hice este
batido verde rico en hierro cuando me volví a acordar. De repente tenía un montón de espinacas en la nevera que se me iban a pochar si no les daba salida de alguna manera. Así que busqué por internet y me encontré varias opciones.
Casi todas coinciden en que es de origen turco y tiene un nombre un poco raro que significa “musgo de los bosques”: Ispanakli Kek. La verdad es que el nombre le viene de maravilla…
Aunque vi bastantes diferencias de unas versiones a otras: algunas unan leche, otras no; algunas cuecen primero las espinacas, otras no,… Al final hice un poco mi versión y esa es la que os enseño hoy.
Lo normal es acompañar este bizcocho con un glaseado de nata montada y queso y también se puede rellenar, como si fuera una tarta. Queda muy bonito el contraste del verde con el glaseado, pero si lo vais a hacer para desayunar es mejor hacer la versión más “ligera”. Además que yo nata y queso como que no…
BIZCOCHO DE ESPINACAS
Dificultad: fácil.
Tiempo de preparación: 15 minutos.
Cocción: 55-60 minutos.
Alérgenos: huevo, gluten
Ingredientes
- 300 g de espinacas frescas
- 3 huevos
- 180 g de panela (o azúcar)
- 240 g de aceite de girasol
- 280 g de harina
- 3 cucharaditas de levadura
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- zumo de limón
Preparación
1.- Precalentamos el horno con calor arriba y abajo a 180ºC.
2.- Tamizamos la harina junto con la levadura y reservamos.
3.- Lavamos y escurrimos bien las espinacas (las que vienen en bolsas suelen estar ya limpias y este paso nos lo saltamos). Las trituramos junto con un chorrito de zumo de limón en el procesador de alimentos o la batidora hasta conseguir una textura tipo puré.
4.- Batimos los huevos junto con la panela con las varillas hasta que estén espumosos y doblen su volumen.
5.- Sin dejar de batir, incorporamos poco a poco el aceite.
6.- Añadimos las espinacas y la vainilla, batiendo para integrar.
7.- Poco a poco vamos incorporando la harina junto con la levadura, mezclando con ayuda de una espátula, hasta lograr una masa homogénea.
8.- Engrasamos un molde y vertemos en él la mezcla. Horneamos durante 55-60 minutos, hasta que al pinchar con un palillo en el centro salga limpio.
9.- Sacamos del horno y dejamos templar en el propio molde unos 10 minutos. A continuación desmoldamos sobre una rejilla y dejamos enfriar por completo.
Consejos:
- la panela la podéis sustituir por azúcar blanca, azúcar moreno o lo que utilicéis para endulzar.
- es importante secar bien las espinacas para que no estropeen la textura del bizcocho, ya que si tienen agua se estropea.
- podéis añadir nueces o cualquier otro fruto seco a la masa.
- como os he dicho, lo tradicional es acompañar este bizcocho con una cobertura y/o relleno de nata y crema de queso o sólo nata. Para los alérgicos a los lácteos, se puede hacer con nata vegetal o con nata de coco.
- si vuestro horno tiene ventilador, hay que bajar la temperatura a 165ºC.
Fiaros y atreveos a probar este bizcocho de espinacas porque os va a sorprender y encantar. Además es una manera estupenda de introducir en nuestra dieta más espinacas, que son ricas en hierro y nos suele costar comerlas, sobre todo a los peques.
La próxima receta será salada y perfecta para cuidarnos después de los excesos veraniegos. No os la perdáis!!
Muás
Iratxe